martes, 25 de abril de 2017

Gatillo



Hace un mes terminamos.
Miro fútbol sin volumen,
equivoco las compras,
la lluvia me da frío
y nunca estoy del todo despierto.

Nos vemos para ver cómo estamos.
A cambio de los aritos que devuelvo,
pido mi libro,
pero dice que lo tiene que buscar.
Ojalá no lo encuentre nunca
así tengo
algo
para reprocharle toda la vida.

Creí que me recuperaba
pero perdí la billetera y
su cara
se me apareció
en todas las filas que hice
en todos los aranceles que gatillé.

El policía de la 37
me toma la denuncia.
Viene caliente de algo que le pasó antes.
Mientras arregla el mouse,
a los golpes
contra la mesada,
dice que
en este país
todos quieren ir al cielo
pero
nadie
está dispuesto a morir.

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